La temperatura a la que servimos un vino tinto es muy importante. Una correcta temperatura mantendrá los aromas y sabores del vino y nos ayudará a saborearlo y disfrutarlo en toda su amplitud.
Cada vino suele estar acompañado, en la contra etiqueta, de la temperatura óptima de consumo según su enólogo, pero en rasgos generales las temperaturas son las siguientes: